Creo que nunca había sentido realmente lo que era una despedida, lo difícil que es. Nunca me había costado tanto decir chau, no me costo ni un poquito decir esa palabra hace una semana, por que ahora fue tan difícil?. Supongo que nunca me despedí al fin y al cabo , por el hecho de que sabia que iba a volver, en cambio ahora no se si voy a volver apoyar las plantas mis pies y a ver sus rostros, al menos no los mismos. Que sensación desagradable es despedirse a lo lejos, sin palabras, sin gestos, solo con miradas, los dos con ojos brillantes, y ojala de cansancio, aunque este no es el caso. Que feo que es pedir un abrazo, un ultimo abrazo hasta dentro de un año tal vez o mas , y no recibirlo. Que feo es hacer sentir mal a una persona, verla llorar y salir corriendo, que ese sea mi ultimo recuerdo de él. Pero mas allá de todo, ya no estoy mal, prefiero quedarme con todo lo previo a eso, con todo eso, con todo eso que es tan tan lindo. Y se que voy a volver, de eso estoy segura, por eso no es tanta la tristeza, si existen lagrimas son por otros motivos, pero justamente de tristeza no. Al mirar la primera montaña me di cuenta de lo hermoso que es ese lugar, que es tan pero tan para mi y al mirar el primer cuadrado con ventanas me di cuenta de lo asquerosa que es la ciudad, insoportable, al menos yo ya no la aguanto mas. No solo es el paisaje, sino la buena energía que recibí durante una semana, creo yo la mas larga y a la vez la mas corta, la mas hermosa, más que hermosa.